En estrecha relación con la propuesta
espacial, el sonido en el espectáculo también se vuelve protagonista en los
momentos en que el verosímil de los personajes se modifica y aparece con el
objetivo de reforzar estos cambios. Sin embargo, si bien hace sistema con el
resto de la propuesta, la sonoridad está expresando otro aspecto del sentido
del espectáculo hasta ahora no desarrollado: la falta de capacidad de los
personajes para construir un código común y, en consecuencia, la imposibilidad
que ellos tienen de vincularse en términos auténticos u honestos. Todo el conflicto
en Pollerapantalón gira en torno a la
repetición o violación de los mandatos maternos. El hecho de que los personajes
se encuentren en polos opuestos respecto a esta cuestión hace que lo que prime
sea la imposibilidad de conexión real entre ellos y con sus propios deseos
internos.
Debido
a esta característica fundamental de la relación entre los protagonistas, hemos
decidido espejar esta situación en el diseño sonoro y construir una composición
musical extradiegética que tenga un sonido de señal de ajuste o sonido blanco
como su principal componente. De esta forma, si bien la intervención musical
será activa y numerosa en todo el espectáculo, los momentos en donde el verosímil
y el espacio cambian son acompañados también por una modificación de la sonoridad
que refuerce los cambios y el sentido de desconexión entre los personajes que
emana la dramaturgia.
En
los siguientes enlaces podrán escucharse algunos bocetos sonoros que anticipan
lo que será la futura composición musical del espectáculo:
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